Ludwig Wittgenstein
(Viena, actual Austria, 1889-Cambridge, Reino Unido, 1951)
Fué un filósofo británico de origen austriaco. Hijo de un importante industrial
del acero, estudió ingeniería en Berlín y en Manchester, donde trabajó
como investigador en el campo de la aeronáutica durante tres años.
Empezó entonces a interesarse por las matemáticas y sus fundamentos
filosóficos, y se trasladó a Cambridge para estudiar lógica bajo la
dirección de Bertrand Russell (1912-1913). En ese tiempo tomaron cuerpo
las ideas que luego desarrolló en su Tractatus, obra que redactó
durante la Primera Guerra Mundial, en la cual combatió como voluntario
del ejército austriaco.
En 1919 ,al reincorporarse en la vida civil, renunció a la parte de la fortuna familiar que había heredado cuando su padre murió. El dinero fue dividido entre sus hermanas Helene y Hermine y su hermano Paul. Ludwig insistió que le prometieran que nunca se lo devolverían.
En 1919 ,al reincorporarse en la vida civil, renunció a la parte de la fortuna familiar que había heredado cuando su padre murió. El dinero fue dividido entre sus hermanas Helene y Hermine y su hermano Paul. Ludwig insistió que le prometieran que nunca se lo devolverían.
Ludwig Wittgenstein nació en Viena
el 26 de abril de 1889, de Karl y de Leopoldine Kalmus. Fue el más
joven de ocho hijos, nacido en una de las familias más prominentes y
ricas del Imperio austrohúngaro.
Sus
abuelos paternos, Hermann Christian y Fanny Wittgenstein (que era una
prima primera del famoso violinista Joseph Joachim), eran ambos nacidos
en familias judías pero más tarde convertidas al protestantismo, y
después de que se trasladaran de Sajonia a Viena en los años 1850, se
asimilaron a las clases profesionales protestantes vienesas.
El
padre de Ludwig, Karl Wittgenstein, se convirtió en un industrial e
hizo su fortuna con el hierro y el acero. A finales de los años 1880,
Karl controlaba un monopolio efectivo sobre los recursos del hierro y el
acero dentro del imperio y fue uno de los hombres más ricos del mundo.
Finalmente, Karl transfirió mucho de su capital a propiedades
inmobiliarias, acciones de capital, metales preciosos y reservas de
divisas extranjeras, que estaba esparcido a través de Suiza, Austria,
los Países Bajos y América del Norte. Por consiguiente, la riqueza
colosal de la familia fue aislada de las crisis de inflación que
siguieron en los años posteriores.
La
madre de Ludwig, Leopoldine Kalmus, nació de un padre judío y una madre
católica, y era una tía del ganador del premio Nobel Friedrich Hayek
por parte materna. A pesar de la conversión al protestantismo de sus
abuelos paternos, los hijos de los Wittgenstein fueron bautizados como
católicos romanos —la fe de su abuela materna— y Ludwig recibió un
entierro católico romano después de su muerte.
Ludwig
creció en un hogar que proporcionaba un ambiente
excepcionalmente intenso para la realización artística e intelectual.
Sus padres eran aficionados a la música y todos sus hijos tuvieron dotes
intelectuales y artísticas. El hermano mayor de Ludwig, Paul
Wittgenstein
se convirtió en un pianista concertista de fama mundial quien continuó
su carrera como concertista incluso tras perder el brazo derecho en la
Primera Guerra Mundial (1914-1918), motivando que Maurice Ravel
compusiera para él en 1931 su famoso Concierto para piano para la mano izquierda.
La casa de los Wittgenstein atraía a gente culta, especialmente a
músicos. La familia recibía visitas frecuentes de artistas como Gustav
Mahler.
Toda la educación musical de Ludwig sería muy importante para él.
Incluso utilizó ejemplos musicales en sus escritos filosóficos. Otra no
tan afortunada herencia que pudo haber tenido fue la tendencia al
suicidio: tres de sus cuatro hermanos varones se quitaron la vida.
Wittgenstein cursó sus estudios a principios del siglo XX en la
escuela secundaria de Linz, la Realschule Bundesrealgymnasium
Fadingerstrasse. En esa misma escuela también estudiaba por entonces Adolf Hitler.
Existe una foto fechada en 1901 en la cual se puede apreciar a ambos,
junto con el resto de los alumnos y uno de sus profesores, posando para
la foto escolar anual. Pertenece a un libro escrito por la australiana
Kimberley Cornish titulado The Jew of Linz: Wittgenstein, Hitler and Their Secret Battle for the Mind (1998). Según dicha escritora, el joven Ludwig era el niño judío al que posteriormente se referirá Adolf Hitler en su obra Mein kampf (Mi lucha), aunque esta teoría está en disputa.
El primer interés intelectual de Wittgenstein no fue la filosofía
sino la ingeniería. Sus estudios lo llevaron, en primer lugar, a Berlín y
posteriormente a Manchester
(Reino Unido), donde se encontraba la vanguardia de la ingeniería
aeronáutica. Como resultado de su primer trabajo, presentó una patente
para un motor a reacción en 1911 que parece tuvo cierta influencia en el
diseño futuro de los motores para helicópteros. Estando en Inglaterra
se interesó por la filosofía de las matemáticas y entró en contacto con Bertrand Russell
con quien comenzaría una tormentosa relación. Sin embargo este ambiente
inglés es el que lanzó su carrera intelectual, con amigos como George Moore o el economista John Maynard Keynes.
Wittgenstein mantuvo una posición muy crítica sobre sus colegas
filósofos e incluso sobre lo que podían opinar de él otras figuras del
ámbito científico
Ludwig
Wittgenstein murió en Cambridge, en casa de su médico, el doctor Bevan,
el 29 de abril de 1951, tras negarse a recibir tratamiento médico
contra el cáncer de próstata
que sufría. Se encontraba trabajando en un manuscrito que analizaba los
supuestos y condiciones de la certeza, publicado de manera póstuma por
la heredera de sus trabajos, Elizabeth Anscombe, bajo el título Sobre la certeza.
Se dice que sus últimas palabras fueron: "Diles que mi vida fue
maravillosa". Su última voluntad fue gozar de un funeral católico
Siguieron unos años de alejamiento de la filosofía
durante los que fue maestro de escuela (1920-1926), para ocuparse luego
como arquitecto del proyecto y la edificación de la residencia en Viena
de una de sus hermanas. En 1929 regresó a Cambridge para dedicarse de
nuevo a la filosofía, y ese mismo año obtuvo el doctorado tras presentar
como tesis el Tractatus ante un tribunal formado por B. Russell y
G. E. Moore (a quien Wittgenstein sucedió en la cátedra de filosofía
diez años más tarde). En 1947 abandonó la enseñanza, insatisfecho con su
labor como profesor y deseoso de «pensar en soledad».
Su
filosofía suele considerarse dividida en dos fases, la segunda de ellas
caracterizada por una crítica radical de las tesis defendidas en la
primera; existen, con todo, rasgos comunes a ambas, como el interés por
analizar el lenguaje como método de reflexión filosófica.
El primer Wittgenstein está representado por el Tractatus,
conjunto de aforismos escritos con un lenguaje bastante críptico, que,
inspirados en el atomismo lógico de Russell, investigan las relaciones
entre el lenguaje y el mundo; el lenguaje «figura» el mundo en la medida
en que comparte con él la misma estructura lógica, la cual no puede
«ser dicha» en el lenguaje, sino tan sólo «mostrada», pues es la
condición de posibilidad para decir cualquier cosa. Por otro lado,
también es su límite, en la medida en que el lenguaje no puede sino
figurar el mundo y, por tanto, nada se puede decir sobre cuestiones
éticas o estéticas, que, según considera el filósofo, son las
verdaderamente importantes.
El segundo Wittgenstein, sin embargo, sometió a crítica el supuesto básico del Tractatus
de que la lógica posee una relación privilegiada con la estructura del
mundo. Consideró que ésta correspondía tan sólo a uno de los posibles
usos del lenguaje (en modo declarativo y descriptivo), pero que no tenía
en cuenta la lista abierta de «juegos de lenguaje», entre los que se
podría contar el preguntar, el exclamar o el contar chistes. El
significado de un término, además, no puede depender de una proyección
mental, sino de su uso social, pues de otro modo no se entiende que sea
comprendido por los demás.
Ambas precisiones muestran la nueva preocupación del autor por integrar el lenguaje en el complejo de la acción y de la sociedad, abandonando la idea de hallar un modelo ideal que no derivase en un reduccionismo. Wittgenstein fue una figura crucial en el desarrollo de la filosofía analítica posterior tanto por su influencia sobre algunos miembros del llamado Círculo de Viena -aunque él no fuera un positivista lógico- como por el magisterio que ejerció desde Cambridge, donde se desarrollaría la llamada filosofía del lenguaje ordinario
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